El branding es una forma de gestionar las estrategias de marca de una empresa. Esta gestión de marca incluye la creación y gestión de los elementos de la marca para obtener la percepción ideal sobre el negocio en la mente de los consumidores.
El gran objetivo del branding es garantizar que se comprenda el posicionamiento de la compañía, aumentar su relevancia en el mercado, mejorar su visibilidad y hacer que la empresa tenga una buena reputación en los consumidores. Estas estrategias aseguran que el negocio crezca de manera sostenible, siempre centrándose en la marca y cómo queremos que sea percibida a largo plazo.
La función del branding es despertar sensaciones y crear conexiones conscientes e inconscientes, que serán cruciales para que el cliente elija tu marca en el momento de compra. En palabras más sencillas, se trata de conquistar no solo la mente del consumidor, sino también su corazón.
Todas las acciones que hace la marca, desde la creación de logotipo, tagline, elección del diseño, tipografía, colores, discurso y música, son parte de la construcción de una marca y de lograr entrar a la mente del cliente a través de percepciones y sentimientos. Por ello, todos estos elementos deben de estar conectados entre sí y transmitir el mismo mensaje que queremos que el consumidor obtenga. El branding debe de estar presente en todos los puntos donde tu consumidor o posible cliente tenga contacto con tu marca.
¿Por qué es tan importante el branding?
La globalización ha aumentado la competencia, y por eso hoy, es tan importante demostrar un diferencial de marca, así como tener un objetivo que vaya más allá de un posicionamiento. Una marca que consigue conectarse de verdad con su cliente a través de una conexión con su propósito, consigue que la percepción de precios cambie y los clientes incluso paguen precios más altos por sus productos o servicios.
Así mismo, la recomendación de marca, que hoy es una de las más poderosas herramientas para la adquisición de nuevos clientes, no es posible si no hay una personalidad y un propósito, y si la marca no se logra identificar con las personas, con sus historias y con sus causas.
Una buena estrategia de branding logrará siempre lo siguiente:
Resaltar los valores de una marca.
Fortalecer la identidad de sus productos o servicios.
Generar confianza y credibilidad.
Diferenciarse de la competencia.
Conectarse emocionalmente con su público objetivo.
Si el branding de tu marca cumple con estas funciones, estarás más cerca de alcanzar tus objetivos como empresa y convertirte en un líder en el mercado, ya que un buen branding será el responsable de hacer que el cliente elija tu producto o servicio en lugar de otro.
Si quieres conocer más sobre cómo se crea el branding de una marca tal vez te interese leer nuestro artículo ABC de branding en donde encontrarás todo lo que debes saber para hacer de tu marca.
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